Otro mes,
otro asalto.
Yo no sé cómo
lo hago pero cada mes, me pasan más rápido los días y cuando menos me doy
cuenta miro el calendario y me encuentro con que ya tengo encima el último
domingo del mes. Este mes ya había realizado mi asalto, la receta preparada,
fotos hechas y plato degustado y devorado, así que como ya tenía el robo medio perpetrado pues
dejé el tiempo pasar y ahora me encuentro el sábado de antes escribiendo la
entrada para que me dé tiempo de publicarla mañana.
Este mes el
blog asaltado ha sido el de Bego, Al calor del horno. Os dejo su enlace aquí
para que veáis sus panecillos que sin duda estarán mucho mejor que los míos.
Bego, tengo
que decirte que me ha encantado tu blog, he encontrado recetas muy buenas y muy
bien explicadas, por lo que no he tenido más remedio que saquear tu recetario
para llenar mi carpeta de pendientes.
He elegido esta
receta porque este tipo de masas son como un poco tabú para mí, bueno, más bien
un mucho, jejjee, siempre las dejo de lado porque no me atrevo a realizarlas y
poco a poco quiero ir quitándome esa espinita.
Y tengo que
decir…… QUE ESTA VEZ LO HE CONSEGUIDO!!!!!!!!
Quedaron
unos panecillos súper tiernos con los que hemos desayunado una semana entera.
Tiernos como el primer día, que ricos.
Creo que la
semana que viene repito!!!
Queréis
saber cómo los hice?
Ingredientes:
250g de
harina de repostería
250g de
harina de fuerza (mas 3 cucharadas)
50g de
mantequilla en cubitos y blandita
20g de miel
1 huevo L
40g de
azúcar (creo que la próxima vez le pondré algo más)
25g de
levadura fresca
230ml de
leche fresca
25g de leche
en polvo
Un poco de
leche para pintar los panecillos.
Tal y como
dice Bego se ponen en el bol de la KA todos los ingredientes por este orden:
Sal,
harinas, mantequilla, miel, azúcar, leche en polvo, huevo ligeramente batido y
la levadura desmenuzada. La leche se la
añadimos poco a poco a medida que la vaya absorbiendo la masa. Ha de quedar una
masa brillante. Yo tuve la KA a una velocidad media durante algo más de 15 minutos.
Dejamos
reposar la masa tapada con un paño unos 30 minutos.
Pasado este
tiempo cortamos las porciones más o menos de unos 60g cada una, no penséis que
son muy pequeñas os sorprenderéis de lo mucho que suben. Damos forma alargada
con picos redondeados a cada porción, hacemos los cortes y pintamos con leche y los dejamos levar en el horno apagado una
hora y media.
Sacamos del
horno y precalentamos a 250 grados con un recipiente resistente al calor lleno
de agua para generar vapor, bajamos la temperatura a 230 grados y horneamos
unos 12 minutos.
No te
despistes o te quedarán morenitos como a mí, jejeje
Para conservarlos
tiernos yo los guardé en unas bolsas herméticas de congelado.
Y a
degustarlos con nuttela, mermelada y mantequilla, patés, fiambre… pega con
todo!
Lo dicho, la
semana que viene repito.
Besos a
todos.